A toda pareja le gusta poner a prueba su imaginación en la intimidad, pero muchas veces su creatividad puede jugarle en contra; como el caso de la heredera británica Anna Reed, quien al parecer murió en medio de un “juego sexual que salió mal”.
De acuerdo con el portal New York Reporter, Reed, de 22 años, heredera de una fortuna, falleció en el 2019; en un hotel de Suiza.
Su entonces pareja, un exportero de Alemania de nombre Marc Schätzle, será juzgado por el homicidio de Anna en el país europeo.
A casi dos años de su muerte, Schätzle continúa reafirmando su inocencia, asegurando que el deceso de su novia ocurrió por una brusca movida erótica.
¿Qué fue lo que pasó?
Anna Reed y Marc se conocieron durante un viaje a Tailandia mientras ella se encontraba en una aventura de trotamundos. En su paso por Suiza, la británica reservó en el 2019, la habitación 501 en el hotel La Palma Au Lac, en Lorcano, al pie de los Alpes Suizos.
Pese a que ambos formaban una pareja bastante inusual, todo parecía ser de color de rosa para la refinada heredera y su novio tatuado, sin embargo, un día de abril, las cosas llegaron a un punto fatal.

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Intentaron resucitarla pero no hubo respuesta. Ella ya estaba muerta ”, agregó la fuente.
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El reportaje indicó también que Marc Schätzle, al momento de conocer a Anna se encontraba cumpliendo una condena en Alemania por robo y agresión.
Tras la muerte de la chica, el alemán al parecer viajó por el mundo utilizando su dinero, el cual justificó como las ganancias de “una estafa de seguros”.
Cinco meses después del asesinato de Anna, las autoridades encontraron su tarjeta de crédito en uno de los paneles del ascensor del hotel, lo cual podría indicar que el hombre se la robó antes o después de su homicidio.
“La tarjeta bancaria se escondió con mucho cuidado y claramente se notaba que la iba a recoger más tarde. La afirmación de que murió en un juego sexual nunca fue convincente”, dijo una fuente de la fiscalía a The Times.
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